Steve Jobs, cofundador y presidente de Apple, comunicó la semana pasada que renunciaba por problemas de salud, a la presidencia ejecutiva de Apple. En una carta dirigida a la comunidad tecnológica, el ahora ex Consejero Delegado dijo: "Siempre he creído que si alguna vez llegara el día en que no pudiera satisfacer mis labores y expectativas como Consejero Delegado de Apple, sería el primero en decirlo. Desafortunadamente, el día ha llegado".
Apple, la compañía tecnológica que cofundó en un garaje y lideró hasta convertirla en un gigante del sector, estaba al borde de la quiebra cuando su emblemático jefe, retomó las riendas en 1997 y la convirtió en una de las compañías más exitosas en el mundo.
Sin licenciatura universitaria alguna, pero dotado de una capacidad emprendedora y visionaria sin igual, Steve Jobs ha conseguido identificar la marca de la manzana con su persona. Ha sido uno de los mayores innovadores de la industria informática. En los años ochenta revolucionó el mundo de los ordenadores con el lanzamiento del Macintosh, y ya en el siglo XXI, la industria del consumo con tres de los gadgets tecnológicos más exitosos de la historia: el iPod, el iPhone y el iPad. Todos ellos, objetos de deseo y símbolos de estatus que siempre estarán ligados a la figura de su inventor.
Y tras esta renuncia, la pregunta que todos nos hacemos está en el aire: ¿Sabrá Apple conservar el espíritu innovador de su fundador? Sólo el tiempo nos contestará.
Fuente: www.apple.com