“Feliz Navidad”,
así de sencillo, pero en inglés, ‘Happy Christmas’. Ese fue el mensaje
del ingeniero Neil Papworth a su compañero Richard Jarvis. Ambos, trabajadores
de Vodafone en Reino Unido estaban probando una forma de comunicación de texto
sobre redes GSM. Así nacía, un 3 de diciembre de 1992, el SMS (Smart Messaging
System, Sistema de Mensajería inteligente). Doce meses después llegaban al
mercado europeo. Eran los tiempos en que el Viejo Continente iba por delante en
telefonía. Telia Sonera de Suecia fue la primera, en 1993, en ofrecer este
envío a sus clientes aunque solo servía para notificar que había un mensaje en
el buzón de voz. Ese mismo año, en Finlandia se comenzó a ofrecer como servicio
de mensajería interpersonal. Ahí comenzaba la fiebre. Pero no tanto la
expansión.
No fue hasta
entrado el siglo XXI cuando se popularizó su uso. Entre otros motivos, por el
alto coste de las llamadas, pero también porque los teléfonos anteriores, en
muchos casos no soportaban esta tecnología. Ni para envío ni para recepción. El
Nokia 2110, terminal modesto para entonces, pero práctico, fue el primero en traer
esta característica de serie.
Tampoco era
sencillo que los teléfonos de diferentes compañías se comunicasen entre sí. De
hecho, era relativamente común que el coste del mensaje fuese distinto si se
escribía a alguien con la misma operadora. En 2002 fue el estallido con más de
250.000 millones de mensajes en todo el mundo.
Según un estudio
de la consultora Sybase 365 este servicio lo usa el 74% de los clientes de
móviles. En todo el mundo se envían 193.000 mensajes por segundo. Así hasta
sumar 5,9 billones de mensajes en 2011, en estimaciones de Informa Telecom.
Como es natural, los momentos de más tráfico son Nochevieja y Año Nuevo.
Seguidos de cerca por el 14 de febrero, el Día de los Enamorados.
Cada vez es más
común que, a cambio de la contratación de una tarifa de datos, se incluya
tarifa plana de SMS. Es la forma que tienen de intentar frenar a sus nuevos
competidores: el popular WhatsApp, que según TechCrunch podría ser la última
adquisición de Facebook, Viber y Tango, que incluyen llamadas de voz, Line, con
intención de convertirse en red social o incluso los iMessage de Apple y ChatOn
de Samsung. Joyn, lanzado en España la semana pasada, es el equivalente a estos
servicios pero creado por las operadoras. ¿Es mejor? De momento ha conseguido
que se unan Movistar, Orange y Vodafone para su promoción con una promesa:
fiabilidad e intercambio simultáneo de imágenes y vídeos.
Las previsiones auguran
todavía cierta salud para los viejos mensajes de texto. De aquí a final de año
se habrán enviado más de 6,7 billones de mensajes. Para 2016 se estima que la
cifra llegará a los 9,4 y generará unos ingresos de 127.000 millones de
dólares. Los 20 años no le han sentado nada mal a un servicio tan sencillo.
(Fuente: www.elpais.com)