Le llaman cuarta
generación (4G) o Long Tern Evolution (LTE). Y está llamado a ser el estándar
bajo el que correrán por primera vez todos los teléfonos móviles del mundo,
capaz de ofrecer velocidades de 100 megabytes por segundo (Mbps) y superiores
para los servicios de consumo de datos masivo (navegación y vídeo) que demandan
los smartphones y tabletas. Y ha sido la estrella del Mobile World
Congress (MWC). Casi todos los operadores y fabricantes tienen programadas
pruebas piloto e incorporarán sus siglas a sus stand. Pero en más de la mitad
del planeta apenas es eso, una prueba piloto, porque ni están listas las redes
ni hay oferta suficiente de teléfonos.
En España, habrá
que espera seguramente hasta bien entrado 2014, una vez que el Gobierno no va a
ser capaz de cumplir con su compromiso de adelantar al 1 de enero de 2014 el
reparto de frecuencias que han desocupado las televisiones analógicas y por las
que pagaron 1.800 millones los operadores.
Los mercados
norteamericano y asiático (Corea del Sur, Japón y Hong Kong) son los que van en
avanzadilla. En Estados Unidos, AT&T, Verizon y Sprint ofrecen servicio
comercial a cerca de 30 millones de clientes, mientras que en Europa, Suecia,
Dinamarca y Alemania copan la vanguardia. La ventaja de la que gozan los
usuarios europeos es que el precio por Giga es mucho más asequible, la tercera
parte como media de lo que pagan los estadounidenses. Además, la velocidad de
descarga también es superior, encabezados por los suecos.
Según la
consultora Yankee Group a finales de 2012 había 152 redes comerciales LTE a
través de 65 países, con un incremento de 47 redes en 2011. La firma de
investigación predice que en 2013 habrá aproximadamente 114 millones de
suscriptores, que se duplicarán en 2014.
(Fuente:www.elpais.com)