En los malos
tiempos conviene gastar menos y además simplificar el dispendio para comprobar
que realmente estamos ahorrando. Esto es lo que está pasando ahora en el sector
de las telecomunicaciones, y que Vodafone lleva comercializando de forma exitosa
desde hace un par de años. Todas las grandes compañías han revivido su oferta
comercial con los llamados servicios convergentes o, más popularmente, el todo
en uno. La cosa consiste en comercializar de forma conjunta telefonía fija,
móvil e Internet. Una factura única en lugar de tres y un importante descuento
hacen muy atractivos estos paquetes para el consumidor.
La fiebre
de los servicios empaquetados no ha hecho más que despegar. Pero su arranque ha
sido recibido con un entusiasmo popular que ha visto en ellos la respuesta
idónea a la necesidad de recortar el presupuesto. Según los datos del último
informe de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), a finales de
2012 casi 7,8 millones de líneas móviles tenían los servicios de voz y banda
ancha empaquetados. En el último año aumentaron en 4,2 millones de líneas, más
del doble, un 116,7% concretamente. Y ese empuje se ha producido en un año
especialmente malo, en el que la telefonía móvil vivió su peor crisis con más
de dos y millones y medio de líneas perdidas.
Sin duda, 2013
va a ser el año del combo en las telecomunicaciones. Se estima que en
2015 dos de cada tres contratos serán convergentes. Cada uno con su estrategia,
todos los operadores coinciden en que no hay marcha atrás. No importa que
vengas del mundo del móvil o de Internet, la compañía que no disponga de una
oferta conjunta está condenada a desaparecer o a reducir su mercado al cliente
ocasional o de nicho, como el prepago o las llamadas internacionales, por
ejemplo.
La irrupción de
este producto conjunto se debe a dos razones. La primera es la necesidad de dar
una respuesta a un consumidor acuciado por la caída de ingresos domésticos.
Pese a sus deficiencias, el sector de las telecomunicaciones es de los pocos en
los que existe una competencia real, como prueba el hecho de que sea el único
en el que bajan los precios año a año. Los combos han supuesto un
ahorro de cerca del 40% de media en la factura. Y mucho más respecto a lo que
se pagaba hace tan solo dos años. La otra causa es la presión de las grandes
operadoras, las que disponen de una red propia (ya sea de móvil o de Internet),
para hacer valer sus inversiones frente a los revendedores.
(Fuente: www.elpais.com)