Llamar desde
otro país de la UE no será ya una pesadilla para el consumidor. El llamado roaming
tienen los meses contados: 20. El Parlamento Europeo ha votado este jueves pasado
el final de los costes de itinerancia, los recargos que cobran las compañías a
sus clientes por el uso del móvil desde un país de la Unión distinto al del
usuario y que desaparecerán completamente el 15 de diciembre de 2015.
Se pone así fin
a una larga batalla entre las autoridades comunitarias y las más de 100
compañías de telefonía móvil que operan en la Unión Europea, que se han opuesto
siempre a eliminar estos recargos desde que en 2008 la Comisión Europea
comenzara a legislar la reducción del llamado roaming, mediante la
imposición de precios máximos.
Finalmente, la
Comisión, con el respaldo del Parlamento Europeo ha conseguido eliminar estos
recargos, tanto para llamadas como para datos, en toda la Unión, aunque con un
año de retraso sobre la previsión inicial que era su desaparición a lo largo de
este año. Las grandes compañías, entre ellas Telefónica, Vodafone y Orange que
operan en España, sostienen que el fin del roaming les acarreará
fuertes pérdidas económicas que se traducirán en la reducción de inversiones.
Según sus cálculos, las operadoras europeas perderán el 2% de sus ingresos, es
decir, unos 5.000 millones de euros.
No obstante, un
informe de la Comisión señala que las operadoras de telecomunicaciones ganarán
300 millones de clientes cuando se suprima el roaming, según una
encuesta realizada a 28.000 ciudadanos de la Unión Europea (UE). El roaming
es el principal obstáculo para el uso del móvil en la UE. Según el último
Eurobarómetro, el 70% de los europeos limita el uso del móvil cuando sale de su
país y hasta el 94% cierra su servicio de datos y no se conecta a Internet por
el móvil por los costes extras de la itinerancia.
De acuerdo con
la encuesta, con los actuales recargos por itinerancia, el 47% de los usuarios
no utilizaría nunca Internet en el móvil en otro país de la UE, mientras que un
10% usaría los mensajes de correo electrónico del mismo modo que cuando están
en su país. Además, un 25% de los ciudadanos europeos apaga el teléfono móvil
cuando viajan a países de la Unión Europea y un 20% prefiere enviar SMS que
llamar por teléfono, si bien un 25% no enviaría nunca mensajes de texto desde
otro país de la Unión.
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Neelie Kroes,
que ha hecho de este asutno casi una batalla personal, se mostraba eufórica con
la decisión del Parlamento: “Este voto es la respuesta que da la UE a las
expectativas de los ciudadanos. Se trata precisamente de la razón de ser de la
Unión: hacer la vida de los europeos más fácil y más barata. Casi todos
dependemos en nuestra vida diaria de las conexiones a las redes móviles y a
Internet. Debemos por tanto saber lo que compramos, sin que se nos engañe, y
tener la posibilidad de cambiar de opinión. Las empresas, por su parte, han de
tener la oportunidad de dirigirse a todos y cada uno de nosotros, y este nuevo
Reglamento se lo pone más fácil. Todo el mundo sale ganador”.
Kroes recordó
que en 2010 prometió acabar con los costes de itinerancia antes de finales de
2015, “y ahora estamos a solo un paso de lograrlo”. La medida forma parte de un
Reglamento que se propone crear un “continente conectado” en el ámbito de las
telecomunicaciones, que fue propuesto por la Comisión en septiembre de 2013.
Los Estados miembros de la UE van a continuar ahora la revisión de la propuesta
de Reglamento, de forma que la Comisión espera obtener su acuerdo final antes
de que concluya 2014.
Su objetivo es
acercar a los ciudadanos a un verdadero mercado único de las telecomunicaciones
en la Unión y, para ello, acaba con los costes de itinerancia, garantiza una
Internet abierta a todos, prohíbe el bloqueo de la red y la degradación de su
contenido, coordina para los servicios de banda ancha inalámbrica los
procedimientos de concesión de licencias de espectro, aporta a los clientes un
mayor nivel de transparencia en sus contratos de Internet y de banda ancha y
les permite cambiar de proveedor con más facilidad.
(Fuente: www.elpais.com)