En la hoja de especificaciones de cualquier teléfono
inteligente, y con respecto a la batería, podemos revisar un valor (en
miliamperios) que se refiere a la capacidad para 'almacenar energía'. Este
valor, que a menudo se utiliza para comparar dispositivos móviles, en realidad
no determina la autonomía, que es el tiempo que un terminal es capaz de
mantenerse activo sin necesidad de estar enchufado al cargador. ¿De qué depende
la duración de la batería? Revisamos este aspecto, y los errores que pueden
arruinar su autonomía.
La capacidad de la
batería no necesariamente determina la autonomía de un móvil
Si en dos teléfonos inteligentes diferentes tenemos en ambos
una batería de 3.000 mAh, no, no necesariamente van a tener la misma autonomía.
La energía que almacena una batería es consumida por los diferentes componentes
de hardware del dispositivo. Hablamos de la pantalla, el procesador, la memoria
RAM e incluso el sistema de almacenamiento. Todas las piezas internas se
alimentan de esta energía para su funcionamiento.
Por lo tanto, el tiempo que va a durar esta energía depende,
evidentemente, del consumo de cada uno de estos componentes del terminal. Una
pantalla más grande o de mayor resolución, por lo general, consumirá más
energía que una pantalla más pequeña por su diagonal y de menor resolución,
aunque hay excepciones. Y por supuesto, el software también es un factor
determinante para el consumo de energía, puesto que es el que 'gestiona' los
recursos del dispositivo.
Cinco errores que
pueden gastar la batería de tu móvil más rápido de lo normal
La cobertura es
uno de los factores más importantes en este asunto, y una funda más gruesa de
lo normal podría dificultar la conexión con las redes móviles. Ahora bien, la
simple distancia con la antena de tu operador también puede suponer problemas
de cobertura, y por lo tanto un consumo energético más elevado de lo normal, es
decir, menos autonomía. Habilitar la conexión automática con redes 4G provocará
que cuando tu dispositivo esté conectado a redes 2G esté, de forma constante,
buscando redes de mayor potencia. Luego consumirá más energía en este 'proceso
de búsqueda'.
Por otra parte, el software
también puede arruinar la duración de tu batería en tanto que ejecutar procesos
innecesarios en segundo plano es un gasto energético innecesario. Y esto se
produce cuando las aplicaciones no están optimizadas para tu sistema operativo,
o cuando tenemos demasiadas apps abiertas en segundo plano. Además, también hay
aplicaciones que conectan con Internet en segundo plano, como las que requieren
notificaciones push. Este factor es determinante para la batería de tu móvil.
Una tarjeta micro SD
de mala calidad puede también perjudicar la duración de la batería de tu
smartphone. Como sabrás, las memorias flash consumen muy poca energía para su
funcionamiento, pero una micro SD en mal estado, o de mala calidad, puede
requerir más energía de lo normal para funcionar correctamente. Otro factor a
tener en cuenta es que un funcionamiento extraño puede causar que el equipo se
caliente por encima de lo debido, algo que también se traduce en mayor consumo
de energía.
El brillo de la
pantalla, aunque quizá no lo sabías, es uno de los ajustes que más se
recomienda modificar para extender la duración de la batería. Entre los
componentes de hardware de tu teléfono inteligente, la batería es uno de los
que más energía consumen, y en cierto modo se debe a la retroiluminación de la
misma. Reduciendo el brillo y eliminando la gestión automática del mismo
podremos mantener controlado el consumo de la pantalla, y además reduciremos el
consumo por parte del sensor de luz que hay en la parte frontal de tu dispositivo.
Y aunque es muy cómodo que un dispositivo gestione de forma
automática la conexión WiFi, lo
cierto es que mantenerlo siempre activo puede arruinar la autonomía de tu
teléfono inteligente. Igual que ocurre cuando tenemos mala cobertura, si mantenemos
el WiFi constantemente activo permitiremos que el dispositivo se pase todo el
tiempo en busca de redes inalámbricas para acceder a Internet. Por lo tanto, lo
más recomendable es que activemos la conectividad WiFI sólo cuando vayamos a
hacer uso de este tipo de acceso a Internet. Por supuesto, esto mismo se puede
aplicar a la conectividad Bluetooth, que sólo deberíamos activar en el móvil
cuando sea necesario hacerlo.
(Fuente: www.cincodias.com)