El funcionamiento de la batería de nuestros teléfonos
móviles es un gran desconocido para los consumidores. Muchos usuarios se
preguntan si es o no necesario que su nivel llegue al 0% antes de poner
nuestros dispositivos a cargar. ¿Se estropean si no lo hacemos? Las dudas,
sostienen los expertos en la materia, no se deben a un bulo malintencionado,
sino a una información desactualizada.
“Ya no es necesario dejar que la batería del móvil se
descargue completamente antes de ponerlo a cargar”, aclara Carlos Gutiérrez,
experto en energía doméstica del portal Nergiza. Según comenta, que los
clientes de los smartphones piensen esto es consecuencia de que, hace tiempo,
cuando los móviles empezaron a aparecer en el mercado, sus baterías se
fabricaban en níquel metal hidruro o níquel cadmio, unos componentes que sí
tenían efecto memoria y que obligaban a los consumidores a agotar la batería
antes de cargarla, si querían conservarla en perfectas condiciones y que su
capacidad no fuera menguando.
Ahora, con las baterías de ion litio, obligarte a esperar a
que la batería se descargue no es sólo una pérdida de tiempo, sino también
“contraproducente” pues, según explica el fabricante surcoreano, Samsung, “a
las nuevas baterías incluso les sienta mal que las dejen agotarse”. De hecho,
para alargar su vida útil, los expertos recomiendan cargarla cuando el nivel
esté situado en la horquilla de entre el 15 y el 30%.
Y lo mismo que ocurre con el 0% pasa con el 100%. “Tampoco
es necesario dejar el móvil enchufado hasta que llegue al máximo”, menciona
Gutiérrez, respondiendo así a otras de las dudas más comunes entre los usuarios
de teléfonos móviles. “Podemos cargarlo indistintamente y desenchufarlo cuando
nos venga mejor”, añade.
En todo esto, sin embargo, los expertos han querido poner un
matiz: “sí que es recomendable, de vez en cuando, hacerle un ciclo de carga
completo a la batería de nuestro móvil”, explica Gutiérrez. Según los datos que
maneja, dejar una vez que la batería llegue al 0% para después cargarla, sin
interrupciones, hasta que llegue al 100% es necesario cada dos o tres meses, no
tanto por la batería en sí, sino para que el móvil “reaprenda” dónde están los
valores del 0 y el 100%. “Esto evitará problemas como que el último tercio de
la batería nos dure mucho más que el resto”, explica.
El ion litio ha dado cierta autonomía a los usuarios, pues
ya no tienen que vivir pendientes de su nivel para cargarlas. Sin embargo, como
todos los materiales, también tiene una cara negativa, y es que el número de
cargas que puede soportar en perfectas condiciones es menor que el de las
baterías de níquel cadmio, únicamente entre 300 y 1000. Entre sus contraindicaciones,
además, se encuentra su gran sensibilidad a altas y bajas temperaturas. “Es
verdad que con el calor puede estropearse y perder capacidad, pero ¡qué a nadie
se le ocurra meter la batería en la nevera! No sólo no funciona mejor, sino que
se estropea”, advierten en Samsung.
(Fuente: www.cincodias.com)