Este lunes se ha abierto en Barcelona una nueva edición del
Mobile World Congress (MWC), la feria mundial del móvil que reúne cada año a
fabricantes, operadores y emprendedores del sector.
Los nuevos terminales de
las grandes marcas como Samsung, Huawei, HTC, Sony o LG serán el escaparate del
congreso con la presentación de sus nuevos smartphones estrella a partir de
este domingo. En el acontecimiento también se avanzará en saltos tecnológicos
como la eSIM remota, el Internet de las cosas o las redes 5G ultraveloces. El
móvil se ha convertido en el principal acceso a Internet y debe prepararse para
mover millones de datos.
Más fino, más potente y con mejor cámara, la industria del
móvil repite ese patrón en cada renovación. Una situación que ha terminado por
crear una sensación de ausencia de novedad en los compradores. Samsung, Sony y
LG son las tres firmas que apuestan más fuerte en esta cita. La primera con su
Galaxy S7 y S7 Edge quiere apostar sobre seguro. La marca surcoreana aspira a
revalidar su liderazgo en la venta mundial de móviles y a ganar terreno en la
alta gama que le disputa, sobre todo, Apple, cuyo iPhone S6 no ha tenido el
tirón esperado. Por eso Samsung llega a Barcelona con todas las esperanzas de
que el estreno mundial de su nueva gama Galaxy S7 le consolide en el pódium. Se
espera que la marca coreana apueste por la continuidad en el diseño pero
mejorando notablemente prestaciones en la cámara, la batería o la memoria.
Retomará algunas características del S5 como su resistencia al agua o un slot
para la tarjeta de memoria externa, según algunas filtraciones.
Tanto el fabricante coreano como Sony han hecho del MWC su
cita preferida para sorprender. De los japoneses se espera el habitual diseño
cuidado, un enfoque centrado en el estilo de vida, pensando en tratarse de tú a
tú con los fans de la manzana, y seguramente un weareable en forma de reloj. De
LG se espera una propuesta rompedora con su LG G5, un móvil modular, con
pantalla de 5,2 pulgadas en el que se podrán intercambiar y añadir partes del
teléfono. Algo que ya prometía Google con su Project Ara desde hace dos años
pero que por primera vez llegará al consumidor.
Del Huawei P9 se sabe que tendrá una doble cámara dual de 12
megapíxeles con pantalla de 5,2 pulgadas, procesador propio Kirin 950 y,
posiblemente, la función Force Touch, que según con la intensidad con que se
presione la pantalla despliega una u otra aplicación. El HTC M10 contará con
una pantalla QHD de 5,1 pulgadas y procesador Snapdragon 820, con una memoria
RAM de 4 GB y 32 GB de almacenamiento, y cámara de 12 megapíxeles.
Qualcomm, fabricante líder de chips para móviles, es
consciente de la situación de estancamiento. Su procesador Snapdragon 820 será
el cerebro de los grandes lanzamientos de este año (LG G5, Huawei P9 y Xiaomi
Mi5). Además de potenciar el aspecto gráfico, pensando sobre todo en la cada
vez más popular y demandada por el público realidad virtual, ya sea con la
fórmula de Oculus de Facebook, o las Cardboard de Google, se han centrado en
alargar la vida de la batería. La autonomía, el punto débil de la generación
actual también se ha resuelto con un estándar de carga que se impone a partir
de este procesador. Bajo la denominación Quickcharge 3.0 se promete la carga de
la mitad de la batería en media hora. De manera tácita se asume que llegar al
final del día con más del 30% de carga es casi imposible.
Al margen del circuito de las grandes marcas, comienzan a
surgir propuestas innovadoras. De China destacan Xiaomi, con el exejecutivo de
Google Hugo Barra como hombre fuerte, que desvelará su nuevo modelo el
miércoles por la mañana. Sorprende por su precio ajustado, prestaciones y gran
diseño. ¿El truco? No tienen stand, tampoco distribuidores, ni gastan en
publicidad. Ellos controlan el proceso de principio a fin y cuidan con esmero a
sus clientes como si fuesen parte de un club selecto.
Carl Pei, cofundador de OnePlus, la sorpresa de 2015, repite
esta misma fórmula. Asiste a Barcelona, pero solo para tener encuentros con los
dirigentes del sector. Sus móviles han sabido jugar a generar deseo, tanto que
se compran en su web siempre que se tenga una invitación. Desde San Francisco
Robin, creado por uno de los padres de Android, quiere acabar con las
limitaciones de almacenamiento. El proyecto nació en Kickstarter y ya se vende
en Internet por 399 euros y una colorida carcasa. La novedad estriba en su
almacenamiento constante en la nube de modo que nunca se llena el aparato.
En los últimos tres años Apple ha sido la ausente más
presente. La empresa de la manzana no participa en ningún evento o congreso,
tan solo en las presentaciones de sus propios productos. Fiel a su costumbre de
convocar con menos de dos semanas de antelación, suelen hacer coincidir el
envío de invitaciones de asistencia con la feria, de modo que la expectación
generada opaca los anuncios de los demás. No sería extraño que martes o
miércoles se repitiese esta operación.
Lejos del recinto de L'Hospitalet, en la antigua Fira se
celebra uno de los eventos más entretenidos de la semana. 4YFN, las siglas en
inglés para "dentro de cuatro años", es un vivero de startups, muchas
de Silicon Valley, donde desvelarán sus aplicaciones de gran crecimiento. Ahí
fue donde participó, antes de hacerse millonario, el fundador de WhatsApp hace
años. La parte más indie del MWC es a única que no exige una acreditación de
pago.
Pero no solo se hablará de móviles en Barcelona. A la cita
acuden los principales responsables del mundo de las telecomunicaciones. Una
vez más la principal estrella será Mark Zuckerberg, el máximo responsable de
Facebook. Las redes sociales no se entenderían sin el móvil.
(Fuente: www.elpais.com)