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lunes, 24 de noviembre de 2014

Los españoles ya gastan más en Internet móvil que en fijo



Internet es cada vez más móvil y está menos asociado a un ordenador de sobremesa. Las nuevas redes celulares de cuarta generación (4G) permiten velocidades de conexión a la Red comparables a las de la banda ancha fija. Y los terminales (tanto los smartphones como las tabletas) permiten funciones avanzadas que precisan de acceso web. Esa explosión de Internet en movilidad se traduce a la cuenta de resultados de las operadoras, cuyos ingresos por banda ancha móvil han superado por primera a los de la fija en el segundo trimestre de 2014.







El tráfico de datos móviles es el nuevo granero de fondos y rentabilidad para las compañías, en un escenario de fuerte competencia en el que las bajadas de precios en las llamadas de voz son constantes y las compañías buscan en los datos compensar esa caída. En el segundo trimestre de 2014, la banda ancha móvil facturó en ese periodo 889 millones de euros, casi un 10% más que en el mismo período del año anterior; mientras que la banda ancha fija ha ingresado 882 millones, un 1,9% menos, según el Boletín estadístico trimestral de las telecomunicaciones y del sector audiovisual publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).



Ese vuelco se ha producido en apenas dos años porque a comienzos de 2012 la diferencia de ingresos entre la banda ancha fija y la móvil era del orden del 40%, pero la continua caída de la primera y el ascenso de la segunda ha forzado ese sorpasso. Paralelamente, las líneas de banda ancha móvil ascendieron a 33,6 millones, con un crecimiento interanual del 19,2%.



Muy en consonancia con este cambio de hábitos el usuario quiere conexión permanente independientemente de la tecnología de acceso, es el ascenso imparable de los paquetes como Fusión de Movistar, Red y Base de Vodafone o las tarifas animales de Orange. En el último año, los paquetes cuádruples (telefonía e Internet tanto fijo como móvil) han crecido un 83% hasta alcanzar los 5,7 millones, mientras que los quíntuples (incluyen televisión de pago) se multiplicaron por cinco, hasta los 1,5 millones.



Los datos de la CNMC apuntan a que el usuario usa el móvil para las conexiones más habituales (navegación web, lectura de prensa, correo electrónico, mensajería…) y el ordenador de sobremesa para aplicaciones que exigen descarga masiva de datos (vídeos, descargas multimedia o streaming). De ahí, que las líneas de banda ancha de más de 30 megas hayan subido un 70,4%, hasta los 2,4 millones de líneas. Las compañías saben que las tecnologías basadas en la línea de cobre (ADSL) tienen fecha de caducidad y están desplegando a toda prisa redes de nueva generación —fibra óptica y cable— que han aumentado un 47% hasta superar los 20 millones de accesos instalados, aunque de estos solo 3,8 millones están efectivamente contratados.



En esta expansión solo hay un dato negativo. La brecha digital, es decir, la diferencia de acceso a las tecnologías que según la escala socioeconómica de los usuarios, se está trasladando también a la telefonía móvil. La disponibilidad de algún teléfono móvil es prácticamente total en todos los hogares. Sin embargo, las que tienen acceso a Internet móvil varían notablemente según la renta: el 36% para los hogares con menos ingresos (menos de 900 euros) y el 61,4% para los de mayores ingresos (más de 3.000 euros), según el estudio Tecnologías orientadas a la movilidad, realizado por el Ministerio de Industria y la Fundación Vodafone España.



Otro dato positivo que recoge el informe de la CNMC es la recuperación del sector audiovisual. La facturación de esta industria aumentó un 3,2% en tasa interanual, hasta los 973 millones de euros (subvenciones excluidas), lo que significa el primer dato positivo desde el tercer trimestre de 2010. Esta recuperación es aún más sólida en los ingresos publicitarios, que aumentaron un 8,5% en el segundo trimestre de 2014, y ya acumulan tres trimestres en positivo.
Fuente: www.elpais.com)